Investigan la infancia del Sol a través de lejana estrella
Los científicos
sugieren que el Astro rey era muy activo y enérgico en su infancia,
creciendo a saltos mientras emitía explosiones de rayos-X.
Los astrónomos coinciden que uno de los hechos más interesantes sería
saber cómo se formó el Sol en época lejana en el tiempo, hace 4.500
millones de años, cuando también se formó nuestro Sistema Solar.
Un nuevo trabajo del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica dado a
conocer en la reunión de la Asociación Astronómica Americana, que se
celebra estos días en Indianápolis, se ha fijado en TW Hydrae, una
estrella en la constelación de Hidra a unos 190 años luz de distancia de
la Tierra, para conocer qué le pasó al Sol en sus primeros años de
vida.
Para crecer, la estrella TW Hydrae «devora»
el gas del disco. Este proceso se denomina “Acreción”. Sin embargo, el
disco no se extiende todo el camino hasta la superficie de la estrella,
por lo que la estrella no puede comer de él directamente. En cambio, el
gas que cae queda canalizado a lo largo de líneas de campo magnético
hasta los polos de la estrella.
El material que cae colisiona contra la
estrella, creando una onda de choque y calentando la acreción de gas a
temperaturas superiores a los 5 millones de grados Fahrenheit.
Para estudiar el proceso, los científicos
combinaron imágenes del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA con
las de telescopios ópticos terrestres.
«Mediante la recopilación de datos en
múltiples longitudes de onda seguimos el gas hasta el fondo. Hemos
rastreado todo el proceso de acreción por primera vez», afirma Nancy
Brickhouse, del CfA.
Los astrónomos sabían que las estrellas
jóvenes eran mucho más activas magnéticamente que nuestro Sol de mediana
edad, pero ahora realmente pueden investigar la interacción entre los
campos magnéticos de la estrella y el disco protoplanetario.